Aprender a relajarse, puede ser más fácil de lo que crees

Para sacar el máximo partido de la meditación, tendrás que aprender a relajarte, tanto mental como físicamente. Esto sí mismo, te aportará muchos beneficios. Aprender a relajarse es la mejor manera de prepararse para entrar en contacto con la meditación, pues la tensión es la mayor barrera entre este mundo y el Otro.

¿Cómo se puede aprender a relajarse?

Cuando estés relajado, viajarás al interior con más facilidad y aunque resulte un poco paradójico, también podrás viajar al Otro Mundo. La relajación, como muchas otras cosas, es ante todo una cuestión de hábitos.

Comprométete a dedicarle diez minutos al día a la relajación y a captar los mensajes de tu subconsciente. Intenta hacerlo a la misma hora todos los días, y procura que no te moleste nadie.

El proceso de la relajación

Túmbate en la cama, pues eso fomenta la relajación inmediatamente. Lleva la atención a tu cuerpo y repasa mentalmente todos tus músculos. Imagina una sensación de calor en la coronilla que desciende por todos los musculitos del cráneo, rostro y cuello, y va deshaciéndose de cualquier tensión.

Siente cómo atraviesa tus hombros, brazos, manos y dedos. Luego sigue descendiendo por tu pecho y abdomen, espalda y columna vertebral, y alrededor de la pelvis.

Finalmente, desciende suavemente por tus piernas, tobillos, talones pies, y dedos de los pies, dejándote una sensación muy relajada, como si flotaras.

Si lo prefieres puedes tensar los músculos, empezando por los dedos de los pies y procediendo lentamente hacia piernas y torso, hombros, brazos, manos, y dedos, y después cuello, mandíbula, cabeza y rostro. Después de tensar cada músculo, relájalo por completo. Pasa dos veces por todo tu cuerpo, procurando evitar calambres que se originan cuando tensamos demasiado los músculos.

Deja que los pensamientos entren y salgan de tu mente, ahora es tu momento, déjalos pasar. Quédate absorto en la relajación. No tardará en aparecer una sensación de bienestar y entonces estará listo para comenzar la meditación. Lo mejor sería grabar la visualización en una cita para escucharla sin esfuerzo, viajando a tu mágico mundo interior.

Es probable que la relajación, la escucha, los viajes y las experiencias ejerzan un fuerte efecto y te sientas más sereno en la vida cotidiana, poniendo las cosas en su sitio; es el primer regalo de las hadas.

Si meditas en uno de los lugares de tránsito, tu conciencia probablemente se eleve al nivel de las hadas. La meditación comienza con una relajación en la que te dadas la oportunidad de entrar en un estado de ensueño. Quizá te ayuda observar un arroyo o un lago, o fijar la mirada en una flor, una hoja o un charco de luz.

También puedes recurrir a un símbolo especial que té paz, como un circulo o una estrella, así que, concéntrate en él si lo deseas. Según vayas profundizando en la meditación, tu proximidad a las hadas irá aumentando.

Unas veces te darán un regalo; una pluma traída por un duendecillo de viento o un fragancia hechizante procedente de un hada floral. Tal vez, se te acerque un pájaro y cante para ti, o quizás, te encuentres una piedra o una concha. Las hadas pueden inspirar a otras personas para que te den cosas, como cristales o plantas.

Si llevas ropa de materiales naturales, como el algodón y la lana, mucho mejor. Evita los metales ( especialmente hierro), pues disgustan a algunas hadas ( la plata, el oro y los cristales son otra cosa)

También te ayudara a colocar una varita de incienso de sándalo para limpiar el ambiente y poder conectar mejor con tu esencia. Puedes utilizar copal de lavanda o fragancias suaves y dulces que te transmitan paz y a la vez puedas conectarte mejor con tu yo interno.

Si para dormir necesitas crear un ambiente relajado, puedes encender una varita de lavanda, te ayudara a calmar el ruido mental y poder practicar una meditación antes de dormir. Te ayudara a descansar durante toda la noche y a crearte un sueño reparador.

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